Vistas de página en total

sábado, 15 de diciembre de 2012

Capítulo 7

Era una habitación blanca. Una mesa de cristal en el centro y unos sofás blancos al rededor. Había dos puertas pero el guarda nos había dicho que esperáramos ahí ya que Justin no tardaría en aparecer. Pasaron 20 minutos y no aparecía nadie. Yo me tumbé en el sofá.
-¿Porqué tarda tanto?
-No lo se. Necesito verle ya.
-Y yo. -Dijo Emma.
15 minutos más tarde, no sabíamos que hacer y entonces, se abrió la puerta. Dos ramos de flores gigantes asomaron. Pero ni rastro de Justin.
-Hola hola! Perdón la tardanza pero es que, me tenía que cambiar. Para compensaros, os he traído dos ramos de flores casi tan preciosos como vosotras.
Ah, que susto, él estaba detrás. Emma se levantó y cogió un ramo y me lo dió. Después cogió el otro, lo olió y dijo:
-Nada se compara con tu olor.
Justin rió. Mi ramo olía espectacularmente.  Madre mía, estaba precioso, no el ramo, sino él.
-Bueno, nos sentamos?
-Si! Contestamos a la vez.
-Jajajaja bueno, qué contais?
Empezamos a hablar, hasta que se hizo la hora de irse. Nos despedimos y nos fuimos al hotel. Mañana partiríamos. De camino al hotel iba con mi móvil en la mano, pero notaba que me faltaba algo, seguramente sería el peso de las miles y miles de lágrimas que había derramado en la despedida. No le dí importancia. Llegamos al hotel y Emma abrió, subimos y nos acostamos.

*As long as you love me...*
Me desperté de un salto y me llevé el teléfono móvil al baño para contestar la llamada, y no despertar a Emma, era un número desconocido.
-Sí? -Contesté con una voz ronca. -Si? -Dije nuevamente más convencida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario