Respiración. Eso era lo que me faltaba. Bajaba escaleras, giraba, seguía al hombre que me había dado la mayor noticia de mi vida.
-Bueno, sube esos escalones y verás a Justin, él te guiará.
-Vale!
En el primer escalón sentía nervios, muchos nervios, en el segundo aún más. Pero en el tercero, me acordé de mi pánico escénico.
-Tranquila, es Justin Bieber, nada te va a ocurrir. -Me decía a mi misma.
Terminé los escalones y Justin me tendió la mano, no dudé en dársela y... cuando levanté la cabeza miles de chicas me abucheaban, otros miles de chicas simplemente lloraban y cantaban sin importarles lo mas mínimo lo que ocurriera. Yo simplemente me quería desmayar.
Me senté en la silla y miré hacia arriba, ahí estaba Emma, mirándome mientras lloraba, alegrándose por mi y haciendo miles de fotos, como le había dicho.
Justin cantaba y yo no pude evitar llorar y unirme a la canción. Empezó a darme besos y a acariciarme... Dios, que tierno es. Se me escaparon unos cuantos besos y algunos "Te quiero". Pero no me importaba.
El me los devolvía.
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