-¿Qué te parece?
-Esto es... es precioso.
-Como tú.
Me sonrojé. No tenía palabras para contestar, solo encontraba una manera de agradecérselo, pero me daba vergüenza. Aunque, después de todo esto, ¿qué es un beso apasionado? Me acerqué a el, me temblaba todo, nunca había sido yo la que se lanzaba, pero ahora todo había cambiado.
-¿Quieres que juguemos a una cosa?
-¿A qué?
-Pues... tu cierras los ojos y yo te doy algo de comer, y tu tienes que adivinar que es.
-Mmm... me parece bien Nora, pero... podríamos mejorarlo.
-¿Cómo?
-Pues... hacemos lo que tu has dicho pero, si aciertas te doy un beso.
-¿Y si no acierto?
-Pues... ya nos inventaremos algo.
-Me parece bien.
-¿También te parece bien que empiece yo?
-Pues... si.
-Cierra los ojos.
Cuando cerré los ojos pude escuchar como rebuscaba en la cesta, ya sabía que era algo que aún no habíamos comido, posiblemente sea postre.
-Abre la boca.
Cuando abrí la boca pude saborear algo dulce... Estaba... crujiente y blando a la vez. Ya sabía lo que era.
-Es un croissant.
-Jo, ¿cómo lo sabes?
-Digamos que soy aficionada a los dulces...
-Oh... bueno te toca.
Estuvimos jugando todo el rato a lo mismo, los besos no me cansaban, eran tan bonitos... No falló ninguno.
-Venga, la última.
-Vale.
Me tocaba a mí otra vez... Espero acertar porque necesito otro de sus besos.
-Abre la boquita esa tan bonita que tienes.
Me sonrojé. Cuando probé no tenía ni idea de lo que era. Sabor amargo...
-Emm... No tengo ni idea de lo que es.
-Jajajaja. Pues cierra esos ojitos que aquí viene tu castigo.
-Pero no seas muy duro, ¿vale?
-Tranquila.
Me cogió en brazos, me besó y noté como empezó a andar, andamos mucho rato y cada segundos me daba un beso. Me pregunto si ese sería mi castigo. Espero que sí.
-Vale, ya estamos.
-¿Dónde?
-Uno...Dos...Tres!
No hay comentarios:
Publicar un comentario